Para la actividad de esta semana, se pide una extensión en cuánto al análisis de la institución educativa que elegimos como ejemplo conocido respecto al uso en la vida real de las TIC.
Como
he mencionado, me encuentro analizando un colegio que poco tiene de innovador y
que se rige por las características básicas que han permeado -salvo por algunas
excepciones de "modernidad"- a la educación media superior en -al
menos- las últimas décadas. De tal forma, los entornos de aprendizaje son
igualmente clásicos en cuánto a su disposición y posibilidad de trabajo:
contamos con salones representados por espacios semi-rectangulares que cuentan
con un pizarrón blanco/pantalla para utilizar proyectores al frente del
mismo, y que a lo largo de varias hileras coleccionan pupitres individuales en
donde el alumno tiene espacio para sentarse y acomodar su cuaderno y poco más.
Los anteriores representan la gran mayoría de la estructura escolar, con la
excepción de aquellos laboratorios designados especialmente para sus materias
complementarias como informática, alimentos y bebidas y puericultura.
Los
anteriores entornos físicos funcionan de forma adecuada para un modelo clásico
de enseñanza donde el profesor funge como la figura que al frente de todos se
encarga de mediar la transmisión de conocimiento; asimismo, cuando se trata de
utilizar la pantalla para presentaciones básicas de información, se pueden
llevar a cabo sin gran dificultad. No obstante lo anterior y conforme a la
temática de estos trabajos, parecen ser instalaciones que quedan cortas al
momento de pretender utilizar recursos poco convencionales en la enseñanza
clásica.
Extendiendo
más allá de los límites físicos el análisis de los entornos que provee la
escuela, se puede decir que sí, contamos con los cuatro espacios
mencionados por Chan dentro de su
artículo; de tal forma, el informativo, de
interacción, de producción y de exhibición,
se encuentran todos dentro de la institución, aunque tal vez no de la forma más
conveniente para la promoción de una educación de alto nivel.
Así,
las aulas funcionan de forma básica como cada uno de los espacios que menciona
Chan; en ellas podemos dar información a los alumnos, tanto de forma directa
como a través de los materiales que cada profesor utiliza para hacerles llegar
el conocimiento. También contamos con la posibilidad de hacerlos interactuar tanto
con nosotros, como de forma más importante con sus compañeros para compartir dudas
y generar un conocimiento más inclusivo; por otro lado y dentro del tercer
nivel la producción –tanto exigida como espontánea- de conocimiento puede ser
llevada a cabo en estos espacios. Finalmente, pretendemos que el conocimiento
tanto obtenido por nosotros como trabajado y complementado por ellos sea
mostrado y compartido con la totalidad de sus compañeros de clase.
No
obstante el funcionamiento que podemos dar a estos espacios, mencioné que es
llevado a cabo de forma básica, porque en verdad así es; podemos ir desde el informativo hasta el de exhibición, pero parece que el aula no
sirve para dar la continuidad y sobre todo las herramientas que proveerían una
instrucción mucho más completa –y compleja-. Físicamente contamos con los
espacios “mínimos”, pero al hablar de sí estos existen en su forma “ideal”,
definitivamente la respuesta sería un no; y peor aún para la temática del
curso, al hablar de estos en forma de espacios de interacción virtual, su
existencia es nula.
Sin
embargo, me atrevo a decir que la escuela sí tiene algunas buenas herramientas,
que aunque no son parte todavía de una instrucción de vanguardia, si funcionan
para mejorar el funcionamiento de una instrucción clásica. Así por ejemplo,
tenemos que trabajar a lo largo de cada semestre con al menos un proyecto que
compartido por todos los profesores integre el conocimiento que reciben de cada
uno de nosotros los alumnos para que, de esta manera, el conocimiento sea más
inclusivo, práctico y compartido de forma que incluso se provee un espacio de exhibición para que los
proyectos terminados sean presentados a toda la institución y a los padres de
familia, de una forma similar a como deberían hacerlo una vez inscritos en el
campo laboral.
Hola Ricardo: los entornos de aprendizaje que describes son la situación común y no la excepción de las instituciones educativas en L.A. Pese a que gobiernos, docentes e instituciones estamos de acuerdo en identificarnos como sujetos de la sociedad de la información, las instituciones educativas siguen aferradas a los paradigmas de la educación clásica, tradicional, autoritaria e inflexible. La tecnologia cuando es utilizada, solo sirve para reforzar esos paradigmas y no para revolucionarlos. Buena descripción y buen trabajo.
ResponderEliminarMe interesa saber tu opinión de mi trabajo
http://mibitacoratic.blogspot.com/2013/06/actividad2-entornos-de-aprendizaje.html